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Restaurante Saigon - Comida vietnamita en Hadamar
El restaurante Saigon en Hadamar es un restaurante pequeño, pero auténtico. Es muy fácil de encontrar, ya que se encuentra justo en una plaza grande de Hadamar. Puedes aparcar fácilmente allí, ya que hay muchas plazas de aparcamiento públicas. Me ha dejado una impresión muy positiva y además parece muy auténtico. La comida allí estaba deliciosa. Los platos que pedí no tenían nada de un simple puesto de comida barato, sino que se notaba que era de calidad. Sin embargo, también se pueden pedir simples fideos fritos, como los que se pueden encontrar en un puesto de comida chino barato.
Horario de apertura
- Lun - Vie 11:00–15:00, 17:00–22:00
- Sábado 17:00–22:00
- Domingo 11:00–22:00
Valoración
- Ryusei: 4,4/5
Precio
- 15-20€ para un menú grande con bebida
- 4€ para una caja de fideos
Conclusión resumida
En resumen, se puede decir que allí se puede comer deliciosa comida vietnamita. También hay que tener en cuenta que se encuentra en un lugar de Alemania que es muy pequeño y no todo el mundo puede ir hasta allí. Sin embargo, la comida, el precio y el restaurante en sí estaban completamente bien. Si no llegas demasiado tarde, hay un bufé los domingos por 9,50€ con 10 platos diferentes (estado: 23.06.2018). Los niños menores de 10 años pagan 4,50€. También hay un servicio de entrega, pero aún no lo he probado.
Lo que pedí y probé
El restaurante vietnamita Saigon en Hadamar fue el objetivo de mi viaje rápido a Hadamar hoy. Quería probar el restaurante vietnamita, ya que también estaba muy bien valorado en Google. Al llegar, se veía una decoración asiática típica desde dentro. También la camarera (una señora mayor y muy amable) nos recibió directamente.
Pedí un Pho clásico, rollitos de primavera, rollitos de verano, un plato con 3 tipos de carne con pato crujiente y además cerveza tailandesa y té helado casero. A cada plato se añadía menta fresca, que armonizaba perfectamente con los platos. Al Pho incluso se le añadió una lima. Al plato de carne, por supuesto, también se le añadió un cuenco de arroz. La comida me llenó por completo y en general quedé satisfecho. Al final, la amable camarera me trajo un postre (una pequeña bolita dulce de sésamo), que tampoco conocía. El precio era justificado para la cantidad de platos que pedí.
Conclusión
Mi experiencia personal con el restaurante fue, como ya he mencionado, realmente agradable. El precio estaba bien y se puede considerar medio. El ambiente también me gustó mucho y no se me ocurre ningún inconveniente que pueda mencionar aquí. El único punto sería quizás la ubicación, ya que se encuentra en un pequeño pueblo cerca de Fráncfort.
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